Viaje al ego del delincuente

SUCESOS Secuestrador de Ciudad Lineal Viaje al ego del delincuente
El criminólogo Ricardo Magaz detalla la mente del hombre que tiene a la capital en vilo

Niños jugando en un parque infantil de Ciudad Lineal, situado en la... Niños jugando en un parque infantil de Ciudad Lineal, situado en la calle Luis Ruiz. Javier Cuesta
DANIEL SOMOLINOS Actualizado: 27/08/2014 00:19 horas
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Agresivo. Frío y calculador. Narcisista. Un hombre que le gusta crear expectativa, pero que desea aún más que valoren sus habilidades criminales. Quizá está deseando que le cojan para vivir sus diez minutos de gloria entre flashes y cámaras. Quizás, simplemente, es una persona que no puede controlar su enfermedad y está deseando que le detengan para enmendarse. Así define Ricardo Magaz, presidente de la Sociedad Científica Española de Criminología (SCEC), al pederasta de Ciudad Lineal.

Madrid se enfrenta a un hombre que sigue ritos, asegura. "Baña a las menores después de cada acto, probablemente para tratar de eliminar los restos de ADN, pero también puede que lo haga para purificar su acción criminal o porque ésa sea su firma de delincuente".

Magaz, que trabajó 35 años como policía, estima que el intento de rapto vivido este lunes en Coslada no se corresponde con el modus operandi del secuestrador de Ciudad Lineal. "Aunque físicamente se pudieran asemejar, sus formas de actuación no coinciden. Diría que en un 70% no son la misma persona".

El criminólogo define al delincuente que ha sembrado el miedo en el noreste de la capital como un individuo egocéntrico, muy organizado y extremadamente exhaustivo mientras que la persona que actúo en la avenida de la Cañada de Coslada improvisó.

"Como decimos en criminología, estamos ante un trampero merodeador: antes de 'salir de caza' identifica muy bien el hábitat donde llevará a cabo acciones metódicas", relata el ex policía.

Magaz no descarta que el secuestrador grabe a sus posibles víctimas debido a que conoce muchos datos de las mismas: "Después, esas grabaciones, al igual que alguna prenda de las niñas pueden ser convertidas en trofeos que se guarde".

El experto no duda de que la policía le acabará deteniendo, aunque no será fácil: hace gala de un comportamiento muy socializado. "El delincuente es un ególatra que intenta demostrar ser el más listo de la película y que con nuevos retos se sigue saliendo con la suya", apuntala.

Es probable que en los reconocimientos previos a la zona donde va a actuar acuda caracterizado para no ser identificado, sostiene Magaz. "Las estadísticas dicen que seguirá actuando, de hecho, cada vez aprieta más el acelerador", añade, sin creer que deje de secuestrar hasta que sea apresado.

Para el criminólogo, raptar a escasos metros de una comisaría, como ocurriera el pasado viernes, es un nuevo aliciente que asume el delincuente: "No sólo lleva a cabo este desafío sino que, además, se cuela en un jardín privado para echar un pulso también a la sociedad. Su ego es tremendo".


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Vaya relato y vaya articulo mas sofisticado amigo palopiedra, hay que ver como esta el patio, yo a pesar del articulo tan bien explicado lo resumiré en que hay individuos asaltacunas que no están bien de la chaveta, y que todo radica en su enfermedad mental porque dime si no hay que estar enfermo de la sesera para hacer semejantes actos con pobrecitas niñas que no tienen ni 7 años según lei en un articulo y por los telediarios.
Yo no dire que haria a este hombre o lo que sea si lo pillara , ya que no es licito decirlo porque me tachariais de barbaro, pero al menos que caiga todo el peso de la ley sobre el, que ya sabemos también como va esto del peso que pesa poco digamos.

saludos