El Seprona investiga la colocación de cepos tras amputarle la pata a un perro en la Serreta

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Zepo. Ese es el nombre que le han dado a un perro vagabundo de raza mestiza y tres años de edad que ha perdido una pata al caer en un potente cepo ilegal colocado en el paraje natural de la Serreta de Novelda. El simpático y obediente animal ha estado a punto de morir pero gracias a los cuidados altruistas de los veterinarios de la clínica Menescal y los desvelos de las voluntarias de la Protectora de Animales del Medio Vinalopó Adoptamics ahora se encuentra en perfecto estado aunque, eso sí, está aprendiendo a caminar y correr con tres patas y acostumbrándose a su nuevo aspecto.

Además, Zepo está recibiendo por parte de una familia de acogida toda la compañía y el cariño que nunca tuvo en su corta vida. Aunque todavía no tiene dueño confía en que alguna familia se interese pronto por él pero, mientras llega ese momento, su caso ha permitido a los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil abrir una investigación por un hecho ilegal y grave. El cepo que le ha seccionado la pata derecha a Zepo podría haberlo pisado cualquier excursionista, senderista o cualquier vecino –niño o mayor– de las casas de campo próximas a la Serreta durante un simple paseo por el monte. Así que el Seprona, tras tramitar la denuncia presentada por Adoptamics, se ha tomado el tema muy en serio y, de hecho, sus agentes ya han realizado varias inspecciones en la zona para tratar de encontrar más trampas del mismo tipo.

Este tipo de cepos se suelen colocar para atrapar a los zorros con el fin de preservar la caza de conejos, liebres y perdices. La zona rústica donde estaba el cepo no pertenece a ningún coto de caza, por lo que está clasificada como zona cinegética de aprovechamiento común y, por lo tanto, la normativa vigente sólo permite cazar en ella entre los meses de octubre y diciembre.

El lugar exacto donde se encontraba la trampa no se ha podido determinar todavía porque el perro la fue arrastrando hasta que pudo llegar malherido a una casa de campo donde buscó refugio. Y lo encontró porque su propietaria lo trasladó rápidamente a la clínica veterinaria donde se hizo todo lo posible por salvarle la pata. Estaba muy malito, no comía y tenía fiebre. El cepo le había destrozado por completo la extremidad y se había infectado así que Coke, el veterinario de Menescal, tuvo que amputarla finalmente para salvarle la vida. Y así lo hizo y Zepo le dio las gracias moviendo la cola y dándole besitos tanto a él como a Miriam, la voluntaria de Adoptamics que lo ha mimado y cuidado prometiéndole, incluso, que le encontrará una buena familia a la que no le importe que tenga tres patas.

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los hay bien animales y no me refiero a los perros

saludos

soldier2050 escribió:los  hay bien animales y no me refiero a los perros

HDLGP, los llamamos en mi pueblo. Y en algún otro, también.

Un saludo.