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sniper elite 3 , la mirada de un francotirador
Mar 22 Jul 2014, 09:14
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Retratar un conflicto bélico tan relatado como la Segunda Guerra Mundial es muy complicado. A menudo se han desarrollado títulos en el mundo de los videojuegos que se ponen en la piel de aquellos históricos soldados y han tratado hubo una época que abundaban historias acerca de este episodio.
La propuesta de «Sniper Elite 3», tercera entrega, es unir fórmulas exitosas con detalles singulares. El jugador se pone en la piel de un experto francotirador, Karl Fairburne, cuya misión en infiltrarse en las líneas enemigas, en ocasiones a hurtadillas, otras desde el silencio de la noche, para desbaratar los planes de la maquinaria nazi.
Lo llamativo del juego es la visceral y sanguinaria puesta en escena de las muertes de los enemigos desde un rifle de precisión. No olvidemos que el jugador controla a un francotirador por lo que, aunque es capaz de resolverlo medianamente decente, el objetivo no es el combate cuerpo a cuerpo.
El sigilo, el silencio y la espera del momento adecuado es capital. Esas eliminaciones de los rivales se presenta de forma particular en un recorrido de la bala traspuesta y los daños internos que sufre el rival. Cuando el resultado es óptimo el tiempo se ralentiza, la cámara recorre con cariño y emoción (pero son tensión) la trayectoria de la bala hasta que penetra en el enemigo en una imagen realizada por rayos x que permiten apreciar los músculos, vísceras y huesos.
Esta asombrosa y casi placentera característica, que a veces cabalga entre la espectacularidad y la parodia, se mete de lleno en esta entrega, que se sumerge en el interesante terreno del norte de África en una campaña decidida a cambiar el curso de la historia. A diferencia de los entornos a los que nos acostumbran las historias de la Segunda Guerra Mundial, en esta ocasión se desliza por desiertos, bosques y selvas africanas.
Para ser efectivo y tratar de pasar desapercibido y oculto entre la vegetación y las sombras, el personaje se sirve además de varias armas como un cuchillo, con el que eliminar a sangre fría por detrás, o una pistola silenciosa, aunque su fiabilidad depende en cierta medida de la distancia en la que nos encontramos y, sobre todo, de la precisión a la hora de atinar contra la cabeza. Es generoso en la munición pero en esta última arma, que bien podría ser indispensable, no tanto y conforme avanzas hay que pensar en otra estrategia.
La iluminación, precisa y preciosa, envuelve las secuencias en una postal vibrante de los cuarteles y zonas protegidas. Pese a lo adicto que resulta enfundar el rifle, la definición y la calidad gráfica puede pecar de inocente y decepcionante, con detalles de los rasgos faciales y gestos poco realistas.
Aunque representa un paso adelante respecto a su anterior entrega en cuanto a diseño, esta no está a la altura (reconozcamoslo) La inteligencia artificial extraña en inteligencia a veces, que provoca unos predecibles movimientos de los enemigos, pero en otras asombra por lo inesperado, como cuando uno siente el sonido de un disparo lejano cerca del oído. Muchos pensaran en lo fácil que es, por ejemplo, acercarse hasta el límite por detrás de un enemigo. Tampoco disparar desde la distancia te garantiza no ser descubierto, pero bueno. Además, debemos cambiar de ubicación constantemente para entrar en modo fantasma.
Uno de los mejores aspectos y que conduce a una mayor adicción es el despliegue de misiones secundarias que se desvían constantemente de la principal. Se descubren cuando se llega a puntos en concreto o te tropiezas de casualidad. Ahí se vuelve la historia inesperada y hay se apoyarse en la improvisación para salir airoso.
Para meterse mejor en el papel es recomendable analizar previamente los entornos y utilizar los prismáticos o la mira de francotirador paga buscar a los enemigos. El follaje y las paredes sirven de recursos para la ocultación, otra de las características de su jugabilidad. ¿Consejo? Tomarse el mayor tiempo posible sin caer en el exceso ni el aburrimiento para detectar a los soldados rivales. También mejorado, el juego en sí resulta un poco lineal y se queda a varios pasos de una mayor libertad de movimientos como podría ocurrir en «Metal Gear Solid V: Ground Zeroes».
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Retratar un conflicto bélico tan relatado como la Segunda Guerra Mundial es muy complicado. A menudo se han desarrollado títulos en el mundo de los videojuegos que se ponen en la piel de aquellos históricos soldados y han tratado hubo una época que abundaban historias acerca de este episodio.
La propuesta de «Sniper Elite 3», tercera entrega, es unir fórmulas exitosas con detalles singulares. El jugador se pone en la piel de un experto francotirador, Karl Fairburne, cuya misión en infiltrarse en las líneas enemigas, en ocasiones a hurtadillas, otras desde el silencio de la noche, para desbaratar los planes de la maquinaria nazi.
Lo llamativo del juego es la visceral y sanguinaria puesta en escena de las muertes de los enemigos desde un rifle de precisión. No olvidemos que el jugador controla a un francotirador por lo que, aunque es capaz de resolverlo medianamente decente, el objetivo no es el combate cuerpo a cuerpo.
El sigilo, el silencio y la espera del momento adecuado es capital. Esas eliminaciones de los rivales se presenta de forma particular en un recorrido de la bala traspuesta y los daños internos que sufre el rival. Cuando el resultado es óptimo el tiempo se ralentiza, la cámara recorre con cariño y emoción (pero son tensión) la trayectoria de la bala hasta que penetra en el enemigo en una imagen realizada por rayos x que permiten apreciar los músculos, vísceras y huesos.
Esta asombrosa y casi placentera característica, que a veces cabalga entre la espectacularidad y la parodia, se mete de lleno en esta entrega, que se sumerge en el interesante terreno del norte de África en una campaña decidida a cambiar el curso de la historia. A diferencia de los entornos a los que nos acostumbran las historias de la Segunda Guerra Mundial, en esta ocasión se desliza por desiertos, bosques y selvas africanas.
Para ser efectivo y tratar de pasar desapercibido y oculto entre la vegetación y las sombras, el personaje se sirve además de varias armas como un cuchillo, con el que eliminar a sangre fría por detrás, o una pistola silenciosa, aunque su fiabilidad depende en cierta medida de la distancia en la que nos encontramos y, sobre todo, de la precisión a la hora de atinar contra la cabeza. Es generoso en la munición pero en esta última arma, que bien podría ser indispensable, no tanto y conforme avanzas hay que pensar en otra estrategia.
La iluminación, precisa y preciosa, envuelve las secuencias en una postal vibrante de los cuarteles y zonas protegidas. Pese a lo adicto que resulta enfundar el rifle, la definición y la calidad gráfica puede pecar de inocente y decepcionante, con detalles de los rasgos faciales y gestos poco realistas.
Aunque representa un paso adelante respecto a su anterior entrega en cuanto a diseño, esta no está a la altura (reconozcamoslo) La inteligencia artificial extraña en inteligencia a veces, que provoca unos predecibles movimientos de los enemigos, pero en otras asombra por lo inesperado, como cuando uno siente el sonido de un disparo lejano cerca del oído. Muchos pensaran en lo fácil que es, por ejemplo, acercarse hasta el límite por detrás de un enemigo. Tampoco disparar desde la distancia te garantiza no ser descubierto, pero bueno. Además, debemos cambiar de ubicación constantemente para entrar en modo fantasma.
Uno de los mejores aspectos y que conduce a una mayor adicción es el despliegue de misiones secundarias que se desvían constantemente de la principal. Se descubren cuando se llega a puntos en concreto o te tropiezas de casualidad. Ahí se vuelve la historia inesperada y hay se apoyarse en la improvisación para salir airoso.
Para meterse mejor en el papel es recomendable analizar previamente los entornos y utilizar los prismáticos o la mira de francotirador paga buscar a los enemigos. El follaje y las paredes sirven de recursos para la ocultación, otra de las características de su jugabilidad. ¿Consejo? Tomarse el mayor tiempo posible sin caer en el exceso ni el aburrimiento para detectar a los soldados rivales. También mejorado, el juego en sí resulta un poco lineal y se queda a varios pasos de una mayor libertad de movimientos como podría ocurrir en «Metal Gear Solid V: Ground Zeroes».
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- palopiedraExperto Nivel 6Premio por estar tantos años con nosotrosPremia la antiguedad en el foro
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Re: sniper elite 3 , la mirada de un francotirador
Mar 22 Jul 2014, 09:42
Tiene pintaza, pero no tengo paciencia. Lo mío es más en plan berseker. En un buen equipo, tiene que haber: Sniper ,infiltrado, médico , ingeniero y berseker.
Saludos.
Saludos.
- josepmartiAdministradorPremio por estar tantos años con nosotrosPremia la antiguedad en el foro
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Re: sniper elite 3 , la mirada de un francotirador
Mar 22 Jul 2014, 13:17
si, yo también quiero acción total, esto de andar todo el dia escondido y silencioso me acaba la paciencia, yo soy mas de guerra total.
saludos
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