Quieres ganar 50€ , un cinto de cordura y unos guantes anti corte?
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- josepmartiAdministradorPremio por estar tantos años con nosotrosPremia la antiguedad en el foro
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Re: Quieres ganar 50€ , un cinto de cordura y unos guantes anti corte?
Miér 08 Ene 2025, 19:19
vigiblas@ escribió:Buenas tardes, me interesaria participar
Saludos
Perfecto, ya estas apuntado, adelante puedes postear cuando lo desees.
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- vigiblas@novato Nivel 1
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Re: Quieres ganar 50€ , un cinto de cordura y unos guantes anti corte?
Jue 09 Ene 2025, 14:20
La Realidad de los Escoltas en España
El sector de los escoltas privados en España, que vivió tiempos de auge durante los años más activos de la banda terrorista ETA en el País Vasco, ha pasado prácticamente al olvido. Durante esa época, los escoltas desempeñaron un papel muy importante en la protección de políticos, empresarios y figuras amenazadas. Se trataba de un trabajo de alto riesgo y enorme responsabilidad, pero también era una profesión respetada y demandada. Sin embargo, con el cese de la actividad de ETA, la necesidad de escoltas privados disminuyó drásticamente, dejando a muchos profesionales en una situación precaria. A pesar de las promesas de mantener la relevancia del sector, el resultado ha sido que gran parte de los escoltas han tenido que reconvertirse en vigilantes de seguridad, enfrentándose a condiciones laborales menos atractivas y con pocas expectativas de recuperar su anterior estatus.
A esta situación se suma un problema creciente: el intrusismo de ciertos policías que ejercen como escoltas en su tiempo libre, violando claramente la Ley 5/2014 de Seguridad Privada. Según el artículo 33 de esta ley, son funciones de los escoltas privados el acompañamiento, defensa y protección de personas determinadas, o de grupos concretos de personas, impidiendo que sean objeto de agresiones o actos delictivos.
En el desempeño de sus funciones, los escoltas no podrán realizar identificaciones o detenciones, ni impedir o restringir la libre circulación, salvo que resultare imprescindible como consecuencia de una agresión o de un intento manifiesto de agresión a la persona o personas protegidas o a los propios escoltas, debiendo, en tal caso, poner inmediatamente al detenido o detenidos a disposición de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, sin proceder a ninguna suerte de interrogatorio.
Para el cumplimiento de las indicadas funciones será aplicable a los escoltas privados lo determinado en el artículo 32 y demás preceptos concordantes, relativos a vigilantes de seguridad, salvo lo referente a la uniformidad.
Sin embargo, algunos agentes de policía actúan como escoltas de forma ilegal durante su tiempo libre, sin estar habilitados ni cumplir con los requisitos legales. Esto supone un grave incumplimiento de las normas de compatibilidad laboral y una vulneración de la legislación vigente.
Por otro lado, existe una realidad igualmente preocupante: los famosos guardaespaldas que protegen a celebridades y personajes públicos. En muchos casos, estas personas no cuentan con la habilitación necesaria como escoltas privados, convirtiendo su actividad en un acto claramente ilegal. A pesar de ello, las autoridades parecen mirar hacia otro lado, dejando al descubierto la falta de control en un sector que, aunque reducido, debería estar regulado con mayor rigor.
Es evidente que la figura del escolta privado, tal y como se conocía en el pasado, ya no tiene cabida en la sociedad actual. Sin embargo, esto no debería justificar el abandono del sector ni permitir el intrusismo que lo afecta. Por ello, es urgente que el Ministerio del Interior tome medidas para garantizar el cumplimiento de la ley, tanto en la regulación de los escoltas privados como en el control de aquellos que operan de manera ilegal. Los profesionales del sector merecen respeto y una normativa clara que proteja su actividad, algo que parece haber quedado olvidado tras el declive de la demanda. Señores del Ministerio, es hora de trabajar y poner orden en este ámbito para que los escoltas, quienes en su día fueron indispensables, no queden relegados al olvido o, peor aún, al desprestigio.
El sector de los escoltas privados en España, que vivió tiempos de auge durante los años más activos de la banda terrorista ETA en el País Vasco, ha pasado prácticamente al olvido. Durante esa época, los escoltas desempeñaron un papel muy importante en la protección de políticos, empresarios y figuras amenazadas. Se trataba de un trabajo de alto riesgo y enorme responsabilidad, pero también era una profesión respetada y demandada. Sin embargo, con el cese de la actividad de ETA, la necesidad de escoltas privados disminuyó drásticamente, dejando a muchos profesionales en una situación precaria. A pesar de las promesas de mantener la relevancia del sector, el resultado ha sido que gran parte de los escoltas han tenido que reconvertirse en vigilantes de seguridad, enfrentándose a condiciones laborales menos atractivas y con pocas expectativas de recuperar su anterior estatus.
A esta situación se suma un problema creciente: el intrusismo de ciertos policías que ejercen como escoltas en su tiempo libre, violando claramente la Ley 5/2014 de Seguridad Privada. Según el artículo 33 de esta ley, son funciones de los escoltas privados el acompañamiento, defensa y protección de personas determinadas, o de grupos concretos de personas, impidiendo que sean objeto de agresiones o actos delictivos.
En el desempeño de sus funciones, los escoltas no podrán realizar identificaciones o detenciones, ni impedir o restringir la libre circulación, salvo que resultare imprescindible como consecuencia de una agresión o de un intento manifiesto de agresión a la persona o personas protegidas o a los propios escoltas, debiendo, en tal caso, poner inmediatamente al detenido o detenidos a disposición de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, sin proceder a ninguna suerte de interrogatorio.
Para el cumplimiento de las indicadas funciones será aplicable a los escoltas privados lo determinado en el artículo 32 y demás preceptos concordantes, relativos a vigilantes de seguridad, salvo lo referente a la uniformidad.
Sin embargo, algunos agentes de policía actúan como escoltas de forma ilegal durante su tiempo libre, sin estar habilitados ni cumplir con los requisitos legales. Esto supone un grave incumplimiento de las normas de compatibilidad laboral y una vulneración de la legislación vigente.
Por otro lado, existe una realidad igualmente preocupante: los famosos guardaespaldas que protegen a celebridades y personajes públicos. En muchos casos, estas personas no cuentan con la habilitación necesaria como escoltas privados, convirtiendo su actividad en un acto claramente ilegal. A pesar de ello, las autoridades parecen mirar hacia otro lado, dejando al descubierto la falta de control en un sector que, aunque reducido, debería estar regulado con mayor rigor.
Es evidente que la figura del escolta privado, tal y como se conocía en el pasado, ya no tiene cabida en la sociedad actual. Sin embargo, esto no debería justificar el abandono del sector ni permitir el intrusismo que lo afecta. Por ello, es urgente que el Ministerio del Interior tome medidas para garantizar el cumplimiento de la ley, tanto en la regulación de los escoltas privados como en el control de aquellos que operan de manera ilegal. Los profesionales del sector merecen respeto y una normativa clara que proteja su actividad, algo que parece haber quedado olvidado tras el declive de la demanda. Señores del Ministerio, es hora de trabajar y poner orden en este ámbito para que los escoltas, quienes en su día fueron indispensables, no queden relegados al olvido o, peor aún, al desprestigio.
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- Francisco1985Principiante Nivel 2
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Re: Quieres ganar 50€ , un cinto de cordura y unos guantes anti corte?
Vie 10 Ene 2025, 09:56
DURANTE LA PANDEMIA.
Durante la pandemia y el encierro me pilló trabajando en los albergues juveniles de la Junta de Andalucia en Málaga, especialmente en Málaga Capital. Unos años antes la Junta habia firmado un acuerdo con Cruz Roja para tener en el recinto además de grupos juveniles deportivo, estudiantes y el INSERSO a refugiados, en un incio eran familias de Venezuela y Ucrania, pero después eran en su gran mayoría varones marroquies, argelinos y africanos.
Para dar la puntilla cuando empezo el confinamiento firmaron un acuerdo para meter a personas sin hogar que no podian estar en la calle por el encierro (vomitonas y meados constantes).
Durante la mañana y tarde habia personal del albergue juvenil: recepcionistas, mantenimiento de limpieza y además voluntarios de Cruz Roja que en teoria se ocupaban de atender a los refugiados.
El turno de seguridad se desarrollaba en turno de noche desde las 22 horas hasta las 8 de la mañana. Era raro que estuvieramos alguna tarde y como es habitual durante el turno de noche solo estaba el vigilante con unos 40 refugiados más 20 personas del hogar, algunos de estos con graves problemas de alcoholismo, higiene y comportamiento.
Los refugiados estaban la segunda y tercera planta y los indigentes en la cuarta y no se mezclaban entre los grupos ni a la hora de entrar al comedor que lo hacian en turnos separados.
Recuerdo que cuando relevaba al recepcionista de la Junta ya era el único trabajador del recinto y lo primero que hacia era dar una ronda en el edificio y después permanecer en recepcion mirando el CCTV. El interior de este era como un manicomio, voces, musica alta... los indigentes si se dormían pronto, pero los refugiados como no tienen que hacer nada al dia siguiente estaban toda la noche dando vueltas y entrando y saliendo de las habitaciones.
Cuando empezo el confinamiento comunique al centro de trabajo y a mi empresa de seguridad que en la instalacion nadie se ponía mascarilla salvo yo mismo y que a veces algun refugiado salia a la calle, aun casi cinco años despues estoy esperando respuesta.
Tras haber varias peleas entre los marroquies y los negros, venía durante la noche tres o cuatro veces la Policia al Albergue y me dijeron que viera lo que viera no saliera de la recepcion y que los llamará a lo más mínimo que pasara, con respecto a que habían algunos que salían me dijeron que les abriera y cerrara y que cuando ellos los vieran por las calles tomarían las medidas.
Durante esa etapa creo que fue la más dura para mí desde que soy vigilante, en marzo hago 21 años ya. Además de que nadie se ponia mascarilla se peleaban entre ellos y cuando avisaba a Cruz Roja de algún incidente en el centro, venia algun voluntario o voluntaria, normalmente eran chicas muy jóvenes que incluso les daba miedo a entrar y su excusa era que las personas estaban muy nerviosas por el confinamiento.
El incidente mas grave que tuve durante este tiempo fue que un refugiado marroquí se corto todo el cuerpo con una navaja, la chica de Cruz Roja decía que era nerviosismo por el confinamiento, yo creo que eran problemas de adicciones y psíquicos. Fue lamentable la situacion, sería las 4 de la mañana y estando en la recepcion se acercó este chaval y tenia sangre por todo el cuerpo, me pense que se habría peleado con los negros, pero me comento que habia sido el mismo, le di una toalla para que se tapara un corte en la muñeca que le estaba sangrando mucho y llame al 112 y Cruz Roja, llegaron varios z del Cnp, la ambulancia y una chica de Cruz Roja que no tuvo mejor cosa que decirle a la policía que era muy buen chico y la policia le dijo que se apartara que ellos se ocupaban, al estar con los sanitarios le pegó un subidon y se puso agresivo y la policía lo redujo y se lo llevó detenido.
Otra vez hubo una pelea multitudinaria entre los marroquies y los negros, la verdad es que los negros siempre calentaban a los marroquíes, yo estaba en recepcion y cuando empezó la pelea pelea y lo vi por las cámaras llamé a la policía y vinieron de la UIP y tuvieron que poner orden en el centro.
Por suerte ya hace años cambié de servicio, pero lo que vivi allí para mí se queda. Lo nico bueno que me paso es que apesar de estar en un centro en donde nadie se ponía mascarilla durante un año, yo no pasé el COVID o eso creo.
Durante la pandemia y el encierro me pilló trabajando en los albergues juveniles de la Junta de Andalucia en Málaga, especialmente en Málaga Capital. Unos años antes la Junta habia firmado un acuerdo con Cruz Roja para tener en el recinto además de grupos juveniles deportivo, estudiantes y el INSERSO a refugiados, en un incio eran familias de Venezuela y Ucrania, pero después eran en su gran mayoría varones marroquies, argelinos y africanos.
Para dar la puntilla cuando empezo el confinamiento firmaron un acuerdo para meter a personas sin hogar que no podian estar en la calle por el encierro (vomitonas y meados constantes).
Durante la mañana y tarde habia personal del albergue juvenil: recepcionistas, mantenimiento de limpieza y además voluntarios de Cruz Roja que en teoria se ocupaban de atender a los refugiados.
El turno de seguridad se desarrollaba en turno de noche desde las 22 horas hasta las 8 de la mañana. Era raro que estuvieramos alguna tarde y como es habitual durante el turno de noche solo estaba el vigilante con unos 40 refugiados más 20 personas del hogar, algunos de estos con graves problemas de alcoholismo, higiene y comportamiento.
Los refugiados estaban la segunda y tercera planta y los indigentes en la cuarta y no se mezclaban entre los grupos ni a la hora de entrar al comedor que lo hacian en turnos separados.
Recuerdo que cuando relevaba al recepcionista de la Junta ya era el único trabajador del recinto y lo primero que hacia era dar una ronda en el edificio y después permanecer en recepcion mirando el CCTV. El interior de este era como un manicomio, voces, musica alta... los indigentes si se dormían pronto, pero los refugiados como no tienen que hacer nada al dia siguiente estaban toda la noche dando vueltas y entrando y saliendo de las habitaciones.
Cuando empezo el confinamiento comunique al centro de trabajo y a mi empresa de seguridad que en la instalacion nadie se ponía mascarilla salvo yo mismo y que a veces algun refugiado salia a la calle, aun casi cinco años despues estoy esperando respuesta.
Tras haber varias peleas entre los marroquies y los negros, venía durante la noche tres o cuatro veces la Policia al Albergue y me dijeron que viera lo que viera no saliera de la recepcion y que los llamará a lo más mínimo que pasara, con respecto a que habían algunos que salían me dijeron que les abriera y cerrara y que cuando ellos los vieran por las calles tomarían las medidas.
Durante esa etapa creo que fue la más dura para mí desde que soy vigilante, en marzo hago 21 años ya. Además de que nadie se ponia mascarilla se peleaban entre ellos y cuando avisaba a Cruz Roja de algún incidente en el centro, venia algun voluntario o voluntaria, normalmente eran chicas muy jóvenes que incluso les daba miedo a entrar y su excusa era que las personas estaban muy nerviosas por el confinamiento.
El incidente mas grave que tuve durante este tiempo fue que un refugiado marroquí se corto todo el cuerpo con una navaja, la chica de Cruz Roja decía que era nerviosismo por el confinamiento, yo creo que eran problemas de adicciones y psíquicos. Fue lamentable la situacion, sería las 4 de la mañana y estando en la recepcion se acercó este chaval y tenia sangre por todo el cuerpo, me pense que se habría peleado con los negros, pero me comento que habia sido el mismo, le di una toalla para que se tapara un corte en la muñeca que le estaba sangrando mucho y llame al 112 y Cruz Roja, llegaron varios z del Cnp, la ambulancia y una chica de Cruz Roja que no tuvo mejor cosa que decirle a la policía que era muy buen chico y la policia le dijo que se apartara que ellos se ocupaban, al estar con los sanitarios le pegó un subidon y se puso agresivo y la policía lo redujo y se lo llevó detenido.
Otra vez hubo una pelea multitudinaria entre los marroquies y los negros, la verdad es que los negros siempre calentaban a los marroquíes, yo estaba en recepcion y cuando empezó la pelea pelea y lo vi por las cámaras llamé a la policía y vinieron de la UIP y tuvieron que poner orden en el centro.
Por suerte ya hace años cambié de servicio, pero lo que vivi allí para mí se queda. Lo nico bueno que me paso es que apesar de estar en un centro en donde nadie se ponía mascarilla durante un año, yo no pasé el COVID o eso creo.
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Re: Quieres ganar 50€ , un cinto de cordura y unos guantes anti corte?
Sáb 11 Ene 2025, 20:57
Buenas noches, que tal a todos me gustaría apuntarme para el concurso
Saludos
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Re: Quieres ganar 50€ , un cinto de cordura y unos guantes anti corte?
Sáb 11 Ene 2025, 21:17
Mi trabajo en un centro comercial
Trabajar como vigilante en este enorme centro comercial de Sevilla es, sinceramente, una auténtica pesadilla. Esto no es seguridad ni nada que se le parezca. Aquí no se preocupan por la seguridad de los clientes ni por el buen funcionamiento del centro, solo están obsesionados con vigilarnos a nosotros, los propios vigilantes. Desde el centro de control, que debería ser el cerebro de la seguridad, ese “ojo que todo lo ve” solo está pendiente de controlar cada movimiento que hacemos. Es una paranoia constante. No importa si hay robos, peleas o problemas con clientes conflictivos, lo único que les importa es si hemos hecho una ronda a tiempo, si nos paramos un segundo o si pedimos permiso para ir al baño. Porque sí, hasta para eso hay que pedir permiso, como si fuéramos críos en el colegio. Y claro, si no te lo dan, te aguantas, aunque no puedas más. Es inhumano.
Todos los días son iguales, intervenciones tras intervenciones. Ladrones, peleas, gente que se pone chula... y nosotros ahí, al pie del cañón, comiéndonos el marrón. Ya he tenido varias lesiones por meterme en líos con delincuentes y ¿Sabéis cuántas veces han agradecido algo? Ninguna. Ni un gracias, ni un reconocimiento, nada. Pero eso sí, si te equivocas en cualquier cosa, aunque sea un detalle sin importancia, ya están ahí con la amonestación preparada. No valoran el esfuerzo, solo están pendientes de buscarte fallos. Es indignante. Te partes la cara por este sitio y lo único que recibes es presión, órdenes y broncas.
Somos cuatro vigilantes por turno: tres repartidos por las galerías, uno en cada planta, y el que está en el centro de control, que parece más un espía que un compañero. Ese ni se mueve de al lado del gerente de las galerías y del director de seguridad, que, para rematar, estoy convencido de que ni tiene el título. Hace nada era uno como nosotros, currando en las rondas, y ahora va de jefe, dando órdenes y tratándonos como si fuéramos unos inútiles. No tiene ni idea de lo que es estar ahí fuera, enfrentándote a los problemas de verdad, pero claro, desde su sillón todo es muy fácil. La conexión entre el centro de control y los de fuera es nula. No hay apoyo, no hay comunicación, solo órdenes absurdas y vigilancia constante sobre nuestro trabajo.
Estoy harto de esto. No se puede seguir así, trabajando con miedo a cometer un error porque sabes que lo único que recibirás es una reprimenda. Aquí te juegas el físico todos los días, y nadie lo valora. Ni un mínimo gesto de reconocimiento, ni mejores condiciones, nada. Solo más presión. Esto no es vida. Me estoy dejando la salud en este sitio y para qué. ¿Para qué me den otra amonestación por parar dos minutos a beber agua? ¿Para qué me miren mal porque pido permiso para ir al baño? ¿Para seguir peleándome con delincuentes mientras los de arriba solo miran? No merece la pena.
Necesito buscar otro servicio, un sitio donde al menos valoren el trabajo que hacemos, donde no tenga que estar jugándome el tipo cada día y recibiendo solo críticas. Aquí no se puede seguir. Así no. Estoy quemado, cansado de tanta ingratitud, de tanta presión y de que solo se fijen en lo que hacemos mal. Esto es una vergüenza y cada día tengo más claro que aquí no quiero estar. Así no se trabaja, así no se vive. Es hora de buscar algo mejor porque esto no tiene arreglo. Además, no puedo dar disgustos todos los días a mi familia, algún día según mi mujer ni vuelvo porque me apuñalan ya que ya tuve dos amenazas con cuchillo también.
Saludos
Trabajar como vigilante en este enorme centro comercial de Sevilla es, sinceramente, una auténtica pesadilla. Esto no es seguridad ni nada que se le parezca. Aquí no se preocupan por la seguridad de los clientes ni por el buen funcionamiento del centro, solo están obsesionados con vigilarnos a nosotros, los propios vigilantes. Desde el centro de control, que debería ser el cerebro de la seguridad, ese “ojo que todo lo ve” solo está pendiente de controlar cada movimiento que hacemos. Es una paranoia constante. No importa si hay robos, peleas o problemas con clientes conflictivos, lo único que les importa es si hemos hecho una ronda a tiempo, si nos paramos un segundo o si pedimos permiso para ir al baño. Porque sí, hasta para eso hay que pedir permiso, como si fuéramos críos en el colegio. Y claro, si no te lo dan, te aguantas, aunque no puedas más. Es inhumano.
Todos los días son iguales, intervenciones tras intervenciones. Ladrones, peleas, gente que se pone chula... y nosotros ahí, al pie del cañón, comiéndonos el marrón. Ya he tenido varias lesiones por meterme en líos con delincuentes y ¿Sabéis cuántas veces han agradecido algo? Ninguna. Ni un gracias, ni un reconocimiento, nada. Pero eso sí, si te equivocas en cualquier cosa, aunque sea un detalle sin importancia, ya están ahí con la amonestación preparada. No valoran el esfuerzo, solo están pendientes de buscarte fallos. Es indignante. Te partes la cara por este sitio y lo único que recibes es presión, órdenes y broncas.
Somos cuatro vigilantes por turno: tres repartidos por las galerías, uno en cada planta, y el que está en el centro de control, que parece más un espía que un compañero. Ese ni se mueve de al lado del gerente de las galerías y del director de seguridad, que, para rematar, estoy convencido de que ni tiene el título. Hace nada era uno como nosotros, currando en las rondas, y ahora va de jefe, dando órdenes y tratándonos como si fuéramos unos inútiles. No tiene ni idea de lo que es estar ahí fuera, enfrentándote a los problemas de verdad, pero claro, desde su sillón todo es muy fácil. La conexión entre el centro de control y los de fuera es nula. No hay apoyo, no hay comunicación, solo órdenes absurdas y vigilancia constante sobre nuestro trabajo.
Estoy harto de esto. No se puede seguir así, trabajando con miedo a cometer un error porque sabes que lo único que recibirás es una reprimenda. Aquí te juegas el físico todos los días, y nadie lo valora. Ni un mínimo gesto de reconocimiento, ni mejores condiciones, nada. Solo más presión. Esto no es vida. Me estoy dejando la salud en este sitio y para qué. ¿Para qué me den otra amonestación por parar dos minutos a beber agua? ¿Para qué me miren mal porque pido permiso para ir al baño? ¿Para seguir peleándome con delincuentes mientras los de arriba solo miran? No merece la pena.
Necesito buscar otro servicio, un sitio donde al menos valoren el trabajo que hacemos, donde no tenga que estar jugándome el tipo cada día y recibiendo solo críticas. Aquí no se puede seguir. Así no. Estoy quemado, cansado de tanta ingratitud, de tanta presión y de que solo se fijen en lo que hacemos mal. Esto es una vergüenza y cada día tengo más claro que aquí no quiero estar. Así no se trabaja, así no se vive. Es hora de buscar algo mejor porque esto no tiene arreglo. Además, no puedo dar disgustos todos los días a mi familia, algún día según mi mujer ni vuelvo porque me apuñalan ya que ya tuve dos amenazas con cuchillo también.
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Re: Quieres ganar 50€ , un cinto de cordura y unos guantes anti corte?
Sáb 11 Ene 2025, 21:32
landalus escribió:Buenas noches, que tal a todos me gustaría apuntarme para el concurso
Saludos
Apuntado ya estas y en la lista para que te voten también, suerte en tu concurso
y gracias por el post que ya has realizado que comentándolo si es tu servicio te diría que las operativas en centros comerciales suelen ser muy duras y que hay mucha responsabilidad en muchos aspectos, si ves que no puedes con la presión la idea de buscar otro servicio seria correcta.
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Re: Quieres ganar 50€ , un cinto de cordura y unos guantes anti corte?
Dom 12 Ene 2025, 00:45
EL INSPECTOR RICARDO
Esta noche voy a hablar de un inspector que tuve hace años y quizás sea el mejor que he conocido en este mundo de la seguridad en el que pronto cumpliré 21 años. Todo empezó en el año 2006 después de irme de una de las empresas más fuertes del sector, cansado de estar dando tumbos de un servicio a otro y de correturnos continuo durante dos años y ver cómo llegaban los compañeros recomendados y de entrada ya tenían servicio adjudicado y aveces de los buenos. Entonces contaba con 21 años y tras pedir la cuenta en la empresa anterior me puse a echar currículum como se hacía entonces, en mi caso llevaba el currículum en mano y pedía hablar con el inspector directamente y normalmente me daba buenos resultados.
Tras haber tenido varias entrevistas y estar a la espera de que me avisara una de las fuertes para un servicio que les iba a salir en pocos días, me llamó el inspector Ricardo y me dijo que había visto mi currículum y que quería tomarse un café y hablar conmigo, quedamos en la cafetería de al lado de la oficina. En un principio me lo pensé porque era una empresa pequeña que actualmente ya no existe, pero me informé un poco de esta e iba a convenio nacional y cuando me llamó Ricardo me ofreció confianza y decidí probar la oportunidad.
Al llegar a la cafetería estaba allí Ricardo me saludó y me ofreció trabajar con ellos en su empresa, tenían la seguridad de las obras especialmente de una constructora puntera, tenían muchos servicios y empecé en la obra de unos juzgados en los que se cubría la seguridad durante las 24 horas en turnos de 12 horas, haciendo durante el turno de mañana el control de accesos y seguridad de la instalación y durante la noche el cierre y vigilancia del recinto, habíamos 2 compañeros por turno y nos íbamos rotando cada dos horas entre el puesto estático de garita y el dinámico de ronda de vigilancia.
Decir que Ricardo más que inspector era un compañero y siempre llevaba el uniforme en el maletero de su coche para cuando fuera necesario ponérselo. En más de una ocasión al hacer una inspección y un compañero estar enfermo decirle al compañero que se fuera a descansar y él ponerse el uniforme y cubrir el servicio. Siempre antes de mandar los cuadrantes preguntaba si necesitaba algo y cuando venía de inspección antes de llegar te llamaba y traía un termo para tomar café, no era el típico mamarracho que venía de furtivo a ver si cogía a un compañero dormido o fuera de juego, cuando tuvo que llamar la atención a un compañero o incluso amonestarlo siempre se lo informaba al vigilante a la cara y le decía el motivo y que iba a tomarse una medida. He visto vigilantes mal uniformados, con la novia en el servicio o incluso bebiendo alcohol de uniforme, pero siempre incluso con personas que no tienen el mínimo respeto por nadie ni nada, Ricardo se los tuvo a ellos, especialmente por el uniforme que es lo único que tiene un vigilante.
Cuando empezó la crisis económica y todo se complicó él tuvo la vergüenza y la dignidad de decirnos la realidad a los compañeros y marcharse con una mano delante y la otra detrás, yo también me fui, era joven tenía ahorros y no tenía cargas familiares, pero algunos compañeros se quedaron y creyeron a los granujas que vinieron representando a la empresa con falsas promesas hasta que la empresa quebró y muchos vigilantes se quedaron sin cobrar sus salarios y tuvieron que pedir prestado y endeudarse.
Después entré a trabajar en otra empresa y perdí el contacto con Ricardo, estuve varias veces por llamarlo e invitarlo a un café, pero lo fui posponiendo hasta que unos años después me enteré que había fallecido y el café quedó pendiente. Con la perspectiva de los años más de 15 y los inspectores que después he ido conociendo y en ocasiones padeciendo, le agradeceré el trato de respeto, lealtad y compañerismo que siempre tuvo y espero que aún queden algunos mandos que se involucren en el trabajo y respeten la figura del vigilante como él lo hacía.
Algunas noches cuando estoy de servicio y me tomo el penúltimo café me parece verlo llegar con su termo de café en la mano.
Esta noche voy a hablar de un inspector que tuve hace años y quizás sea el mejor que he conocido en este mundo de la seguridad en el que pronto cumpliré 21 años. Todo empezó en el año 2006 después de irme de una de las empresas más fuertes del sector, cansado de estar dando tumbos de un servicio a otro y de correturnos continuo durante dos años y ver cómo llegaban los compañeros recomendados y de entrada ya tenían servicio adjudicado y aveces de los buenos. Entonces contaba con 21 años y tras pedir la cuenta en la empresa anterior me puse a echar currículum como se hacía entonces, en mi caso llevaba el currículum en mano y pedía hablar con el inspector directamente y normalmente me daba buenos resultados.
Tras haber tenido varias entrevistas y estar a la espera de que me avisara una de las fuertes para un servicio que les iba a salir en pocos días, me llamó el inspector Ricardo y me dijo que había visto mi currículum y que quería tomarse un café y hablar conmigo, quedamos en la cafetería de al lado de la oficina. En un principio me lo pensé porque era una empresa pequeña que actualmente ya no existe, pero me informé un poco de esta e iba a convenio nacional y cuando me llamó Ricardo me ofreció confianza y decidí probar la oportunidad.
Al llegar a la cafetería estaba allí Ricardo me saludó y me ofreció trabajar con ellos en su empresa, tenían la seguridad de las obras especialmente de una constructora puntera, tenían muchos servicios y empecé en la obra de unos juzgados en los que se cubría la seguridad durante las 24 horas en turnos de 12 horas, haciendo durante el turno de mañana el control de accesos y seguridad de la instalación y durante la noche el cierre y vigilancia del recinto, habíamos 2 compañeros por turno y nos íbamos rotando cada dos horas entre el puesto estático de garita y el dinámico de ronda de vigilancia.
Decir que Ricardo más que inspector era un compañero y siempre llevaba el uniforme en el maletero de su coche para cuando fuera necesario ponérselo. En más de una ocasión al hacer una inspección y un compañero estar enfermo decirle al compañero que se fuera a descansar y él ponerse el uniforme y cubrir el servicio. Siempre antes de mandar los cuadrantes preguntaba si necesitaba algo y cuando venía de inspección antes de llegar te llamaba y traía un termo para tomar café, no era el típico mamarracho que venía de furtivo a ver si cogía a un compañero dormido o fuera de juego, cuando tuvo que llamar la atención a un compañero o incluso amonestarlo siempre se lo informaba al vigilante a la cara y le decía el motivo y que iba a tomarse una medida. He visto vigilantes mal uniformados, con la novia en el servicio o incluso bebiendo alcohol de uniforme, pero siempre incluso con personas que no tienen el mínimo respeto por nadie ni nada, Ricardo se los tuvo a ellos, especialmente por el uniforme que es lo único que tiene un vigilante.
Cuando empezó la crisis económica y todo se complicó él tuvo la vergüenza y la dignidad de decirnos la realidad a los compañeros y marcharse con una mano delante y la otra detrás, yo también me fui, era joven tenía ahorros y no tenía cargas familiares, pero algunos compañeros se quedaron y creyeron a los granujas que vinieron representando a la empresa con falsas promesas hasta que la empresa quebró y muchos vigilantes se quedaron sin cobrar sus salarios y tuvieron que pedir prestado y endeudarse.
Después entré a trabajar en otra empresa y perdí el contacto con Ricardo, estuve varias veces por llamarlo e invitarlo a un café, pero lo fui posponiendo hasta que unos años después me enteré que había fallecido y el café quedó pendiente. Con la perspectiva de los años más de 15 y los inspectores que después he ido conociendo y en ocasiones padeciendo, le agradeceré el trato de respeto, lealtad y compañerismo que siempre tuvo y espero que aún queden algunos mandos que se involucren en el trabajo y respeten la figura del vigilante como él lo hacía.
Algunas noches cuando estoy de servicio y me tomo el penúltimo café me parece verlo llegar con su termo de café en la mano.
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Re: Quieres ganar 50€ , un cinto de cordura y unos guantes anti corte?
Dom 12 Ene 2025, 02:28
Espectacular relato Francisco
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Re: Quieres ganar 50€ , un cinto de cordura y unos guantes anti corte?
Dom 12 Ene 2025, 16:58
Estos concursos molan, yo ya he votado, me hubiera gustado participar pero no tengo apenas moral para escribir ni los partes de servicios
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- Francisco1985Principiante Nivel 2
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Re: Quieres ganar 50€ , un cinto de cordura y unos guantes anti corte?
Jue 16 Ene 2025, 01:35
SERVICIO EN UNA URBANIZACION
Esta noche voy a exponer mis recuerdos de cuando estuve prestando servicios en una urbanización en el término municipal de Benahavis, Málaga.
Este servicio se componía de dos puestos, uno era en la entrada de la urbanización que había una garita en la que el vigilante de seguridad se encargaba del CCTV, el contro de acceso y el contacto con el compañero de ronda . La urbanización se componía de 3 fases y cada fase tenía unos 10 bloques con unas 12 viviendas en cada bloque. Solo estaba habitada la primera fase en su gran mayoría por extranjeros de alto poder adquisitivo y las otras 2 fases estaban en construcción y fase previa a ser entregadas.
El turno estático de garita se montaba durante las 24 horas en turnos de 12 horas y el turno dinámico de rondas durante 12 horas de 20 a 08 horas. El turno de rondas de realizaba en un vehículo de empresa y en este servicio no había cambio de puesto durante el servicio si estabas de ronda estabas las 12 de ronda o viceversa en la garita.
El puesto de la garita estático era muy cómodo ya que durante el día sí había más movimiento de entrada de los residentes y trabajadores de las fases en construcción. La barrera de acceso tenía un lector y los residentes habían pasado sus datos y solamente con acercarse se levantaba la barrera al detectar la matrícula, pero con los trabajadores externos había que apuntar las matrículas y verificar que tuvieran el acceso permitido para acceder ya que era una propiedad privada. En torno a las 18 horas se marchaban los operarios y salvó que algún residente entrara o saliera todo era muy tranquilo y al estar en el extrarradio muy pocos coches se acercaban por la zona.
El puesto de ronda dinámico sí era más entretenido y a mí personalmente me gustaba más que el estático. Se comenzaba a las 20 horas tras recoger el material de dotación en la garita que se componía de 1 linterna, un teléfono de servicio desde el que también se realizaban las rondas de picadas y partes de incidencia y el juego de llaves del servicio. La ronda de verificación comenzaba en la fase 1 que era la única habitada y teníamos una picada en la entrada del portal, varias en el parking y una en cada planta de los bloques que se componía de la planta baja y 3 plantas. Además cada fase tenía una zona de esparcimiento con una piscina y un parque infantil. Yo siempre me fijaba en el estado de puertas, ventanas, vehículos y en el caso de haber nuevos apuntaba la matrícula y la plaza del parking que ocupaba, la mayoría de residentes eran extranjeros y de avanzada edad y a partir de las 22 horas era raro ver algún residente. Al terminar la ronda de la primera fase pasaba a la segunda o tercera se iba cambiando el orden para no crear una rutina y aquí además de la típica revisión de seguridad había que poner cuidado con las puertas que aveces se dejaban abiertas ya que las viviendas estaban prácticamente amuebladas.
El vehículo lo usaba para desplazarme entre fase y fase, pero una vez en cada una tenía que hacerla a pie y andaba según mi reloj más de 15.000 pasos cada noche. Siempre llevaba mi libreta y bolígrafo en el bolsillo y apuntaba cada cosa llamativa que viera, al ser una zona del extrarradio y estar en la naturaleza veía frecuentemente conejos, zorros y hasta cabras salvajes pero al ver la luz de la linterna se marchaban.
En unos pocos meses terminaron las 2 y 3 fase y fueron compradas por inmobiliarias que las alquilaban por días y ahí comenzaron los problemas, porque aunque seguían siendo extranjeros se juntaban personas mayores y personas muy jóvenes y ruidosas y nos llamaban constantemente por los ruidos de los pisos vecinos. El momento más tenso que tuve fue una noche de madrugada un grupo de jóvenes franceses que estaban por unos días en una vivienda, volvieron de madrugada y tenían la música a todo volumen y estaban dando fuertes golpes. Cuando aviso un vecino y vi la situación ni me lo pensé y pedí al compañero de control que avisara a la policía. Estos llegaron unos 15 minutos después y también se sorprendieron del ruido y sobre todo de los golpes que se escuchaban desde el interior de la vivienda. Tras llamar los policías locales varias veces al timbre y a la puerta uno de ellos abrió y la policía les pidió permiso para acceder, estos se habían tranquilizado pero estaban borrachos y ciegos de todas las sustancias y habían destrozado la vivienda por lo que la policía les pidió la documentación e hizo un informe. Yo avise al de la inmobiliaria y cuando llego y vio las puertas, mesas y el resto de mobiliario destrozado quiso interponer denuncia y la policía se llevó a la comisaría al individuo que había alquilado la vivienda. Al día siguiente estos sujetos fueron expulsados de la vivienda por la inmobiliaria.
Estuve en esta urbanización cerca de un año y cada vez fue a peor por el tipo de inquilinos que comenzaron a meter. Después cambié de servicio y pasé a una villa de gente muy pudiente en el que prestaba el servicio con arma, me gustaría hacer un post y exponerlo también próximamente.
Esta noche voy a exponer mis recuerdos de cuando estuve prestando servicios en una urbanización en el término municipal de Benahavis, Málaga.
Este servicio se componía de dos puestos, uno era en la entrada de la urbanización que había una garita en la que el vigilante de seguridad se encargaba del CCTV, el contro de acceso y el contacto con el compañero de ronda . La urbanización se componía de 3 fases y cada fase tenía unos 10 bloques con unas 12 viviendas en cada bloque. Solo estaba habitada la primera fase en su gran mayoría por extranjeros de alto poder adquisitivo y las otras 2 fases estaban en construcción y fase previa a ser entregadas.
El turno estático de garita se montaba durante las 24 horas en turnos de 12 horas y el turno dinámico de rondas durante 12 horas de 20 a 08 horas. El turno de rondas de realizaba en un vehículo de empresa y en este servicio no había cambio de puesto durante el servicio si estabas de ronda estabas las 12 de ronda o viceversa en la garita.
El puesto de la garita estático era muy cómodo ya que durante el día sí había más movimiento de entrada de los residentes y trabajadores de las fases en construcción. La barrera de acceso tenía un lector y los residentes habían pasado sus datos y solamente con acercarse se levantaba la barrera al detectar la matrícula, pero con los trabajadores externos había que apuntar las matrículas y verificar que tuvieran el acceso permitido para acceder ya que era una propiedad privada. En torno a las 18 horas se marchaban los operarios y salvó que algún residente entrara o saliera todo era muy tranquilo y al estar en el extrarradio muy pocos coches se acercaban por la zona.
El puesto de ronda dinámico sí era más entretenido y a mí personalmente me gustaba más que el estático. Se comenzaba a las 20 horas tras recoger el material de dotación en la garita que se componía de 1 linterna, un teléfono de servicio desde el que también se realizaban las rondas de picadas y partes de incidencia y el juego de llaves del servicio. La ronda de verificación comenzaba en la fase 1 que era la única habitada y teníamos una picada en la entrada del portal, varias en el parking y una en cada planta de los bloques que se componía de la planta baja y 3 plantas. Además cada fase tenía una zona de esparcimiento con una piscina y un parque infantil. Yo siempre me fijaba en el estado de puertas, ventanas, vehículos y en el caso de haber nuevos apuntaba la matrícula y la plaza del parking que ocupaba, la mayoría de residentes eran extranjeros y de avanzada edad y a partir de las 22 horas era raro ver algún residente. Al terminar la ronda de la primera fase pasaba a la segunda o tercera se iba cambiando el orden para no crear una rutina y aquí además de la típica revisión de seguridad había que poner cuidado con las puertas que aveces se dejaban abiertas ya que las viviendas estaban prácticamente amuebladas.
El vehículo lo usaba para desplazarme entre fase y fase, pero una vez en cada una tenía que hacerla a pie y andaba según mi reloj más de 15.000 pasos cada noche. Siempre llevaba mi libreta y bolígrafo en el bolsillo y apuntaba cada cosa llamativa que viera, al ser una zona del extrarradio y estar en la naturaleza veía frecuentemente conejos, zorros y hasta cabras salvajes pero al ver la luz de la linterna se marchaban.
En unos pocos meses terminaron las 2 y 3 fase y fueron compradas por inmobiliarias que las alquilaban por días y ahí comenzaron los problemas, porque aunque seguían siendo extranjeros se juntaban personas mayores y personas muy jóvenes y ruidosas y nos llamaban constantemente por los ruidos de los pisos vecinos. El momento más tenso que tuve fue una noche de madrugada un grupo de jóvenes franceses que estaban por unos días en una vivienda, volvieron de madrugada y tenían la música a todo volumen y estaban dando fuertes golpes. Cuando aviso un vecino y vi la situación ni me lo pensé y pedí al compañero de control que avisara a la policía. Estos llegaron unos 15 minutos después y también se sorprendieron del ruido y sobre todo de los golpes que se escuchaban desde el interior de la vivienda. Tras llamar los policías locales varias veces al timbre y a la puerta uno de ellos abrió y la policía les pidió permiso para acceder, estos se habían tranquilizado pero estaban borrachos y ciegos de todas las sustancias y habían destrozado la vivienda por lo que la policía les pidió la documentación e hizo un informe. Yo avise al de la inmobiliaria y cuando llego y vio las puertas, mesas y el resto de mobiliario destrozado quiso interponer denuncia y la policía se llevó a la comisaría al individuo que había alquilado la vivienda. Al día siguiente estos sujetos fueron expulsados de la vivienda por la inmobiliaria.
Estuve en esta urbanización cerca de un año y cada vez fue a peor por el tipo de inquilinos que comenzaron a meter. Después cambié de servicio y pasé a una villa de gente muy pudiente en el que prestaba el servicio con arma, me gustaría hacer un post y exponerlo también próximamente.
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