**.En manos de la seguridad privada

29/10/15



En manos de la seguridad privada


Hace algún tiempo un exdirector de la Policía Nacional se quejaba de que le habían quitado la seguridad personal, de 25 guardaespaldas le redujeron a 15 y aún así se sentía desprotegido, no estamos enterados en qué terminaría esa situación del desprotegido hombre de armas, pero pienso que esos agentes de la Policía deberían cuidar a la gente de los barrios pobres, a las madres vendedoras de tortillas y baleadas, a los pequeños comerciantes honrados que están a merced de los delincuentes y extorsionadores, hombres y mujeres de duro corazón que no se compadecen de nada ni de nadie. No es un secreto la cantidad de policías y militares que cuidan a los altos funcionarios y a sus familiares, en varios de los casos es justificable pero en otros, deberían pagar su propia seguridad.

Justamente sobre la presencia de la seguridad privada es la temática que deseo referirme en esta oportunidad, porque según datos, hace unos dos años, estábamos en manos de la seguridad privada, en el año 2013 habían 700 compañías de seguridad debidamente registradas con un número de unos 70 mil guardias, hoy tendremos unos 90 mil guardias, se calcula que hay un guardia privado por cada 100 hondureños, sin embargo hay un policía por cada 1,000 habitantes, más del 20% de armas registradas están en manos de la seguridad privada, se trata de armas de grueso calibre, por otra parte se dice que hay un policía por cada cinco guardias civiles lo que significa que sumando los efectivos de las compañías de seguridad más los que trabajan en forma individual como guardias con su respectiva arma, representan tres veces el número de miembros de la Policía Nacional y el Ejército, por tanto amigos seguimos en manos de la seguridad privada.

Los dueños de la mayoría de las compañías de seguridad son militares o policías en condición de retiro, ellos con el conocimiento de las armas y por saber más que otros sobre seguridad, han formado grandes empresas con guardias o vigilantes que en gran número son personas que han pasado por un batallón haciendo su servicio militar o efectivos que han solicitado su retiro voluntario, caso contrario se buscan personas que tengan algún conocimiento en el uso de armas y estén dispuestos a desvelarse y poner en riesgo su vida cuidando personas, negocios, embajadas, edificios o casas particulares y a oficinas del mismo Estado. En las principales ciudades abundan las compañías de seguridad unas mejores que otras que ofrecen sus servicios máxime hoy que vivimos tiempos difíciles y se convierten en buenos aliados de la Policía Nacional y Militar.

Desconocemos si existe alguna escuela o centro de capacitación para los que se desempeñan como guaridas de seguridad, cuando nos ha tocado buscar los servicios de una compañía de seguridad para los “barrios seguros” cuyo permiso lo concede la Alcaldía Municipal, no influyen en el tipo de guaridas que los vecinos contratarán, en parte depende del barrio o colonia porque en unas residenciales hemos visto guardias muy bien equipados, con casetas de lujo “full miquis” como dicen los chavos igual o mejor que la Policía Nacional, como también vemos guaridas cuidando un barrio o colonia con un machete y a veces a la intemperie y con sueldos que no llegan ni al salario mínimo.

La realidad es que al transitar por las calles de cualquier ciudad del país podemos ver la cantidad de compatriotas que se ganan la vida en uno de los trabajos de mayor riesgo como es el de vigilante, guardia de seguridad o celador como se les suele llamar a quienes portando un arma cuidan los bienes o personas, porque suficiente trabajo tienen los policías militares y la Policía Nacional con el combate a los delincuentes, el crimen organizado y la narcoactividad. Considero importante que las autoridades controlen más las empresas o personas que se dedican a la seguridad privada, porque en muchos casos se dedican a esta labor personas sin ninguna preparación para el trato con el público y se convierten en un peligro para la sociedad porque un arma en manos inexpertas o inmaduros pueden ser causantes de una desgracia. No es mala la idea de que se instale una escuela para formación de guardias de seguridad, bajo la dirección de la Policía y el Ejército Nacional ya que la seguridad constitucionalmente es potestad del Estado y ellos podrían certificar a quienes deseen dedicarse a este peligroso trabajo.





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